lunes, 10 de marzo de 2014

Prometo olvidarte aunque me lleve una eternidad

Prometo olvidarte aunque me lleve una eternidad





A veces mantenemos a personas de nuestro pasado atrapadas en un exquisito
 espacio de nuestra vida, de nuestra mente y nuestro corazón.
Son personas que no sabemos porqué pero  el sentimiento de nostalgia nos invade cada
vez que percibimos o  intuimos que algo no les va bien, que las huellas de tristeza
 se reflejan en su físico o cuando los rasgos de cansancio manifiestan su  preocupación
 por algo. Es entonces cuando ejercemos una conducta extrañamente protectora
 e invasora de su intimidad en la que harías cualquier cosa por él; te encantaría cambiar el transcurso del tiempo para que no sufriera, venderías tu alma al diablo para que los
 ángeles cuidaran siempre de él y cometerías la mayor de las locuras para verlo
siempre feliz. Estas personas llegan en un momento crucial de tu vida y se marchan
con la misma rapidez, no sabes porqué han llegado ni porqué se han 
marchado tan fugazmente pero a pesar de su comportamiento 
esquivo y ambiguo, te conviertes en la guardiana de su alma.
Todas las personas que llegan a nuestra vida nos traen una serie de enseñanzas
y nos indican en cierta manera como terminar de desarrollar ese camino que tenemos
medio trazado. Algunas relaciones por fugaces que sean pueden enseñarnos
una lección kármica o brindarnos una oportunidad de crecer porque en realidad
todo el mundo nos aporta algo  hasta con la peor experiencia de nuestra vida.

 Debemos enfocar nuestra energía en lo que nos puede aportar buenos resultados
y momentos de satisfacción en el presente. El mantener un recuerdo de alguien
enquistado en nuestra vida es un dominio que no nos traerá satisfacciones y no nos
corresponde ya, debemos liberarlo y desvincularlo de nuestra vida como ha hecho
ya él con nosotros. En este caso debemos establecer unos límites con la realidad y darles
el puesto que les corresponde como algo ya del pasado. El desterrarlos de nuestro corazón es la parte más complicada, pero afortunadamente llegará el día en que reaccionarás ante una singular actitud suya ignorando tus mas inquisidoras y tiernas muestras de preocupación por él y su entorno. Será en ese momento donde sin ningún
tipo de titubeo entenderás que esa persona no quiere formar parte de tu presente, que te esta pidiendo a gritos que te olvides de él, que necesita que lo liberes de tus miradas primorosas,
que te liberes de esos recuerdos que tan delicadamente guardas y que definitivamente dejes de preocuparte por él porque él hace tiempo QUE DEJÓ DE PREOCUPARSE DE TI. 


                                                               
  Dedicado a esas personas que cumplieron la promesa de olvidar a esa persona pero que continuaron cuidando de ella en secreto, a esas personas que ignoran el porqué pero
sienten una necesidad imperiosa de amarlo en silencio. 

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