Amaneció con lloviznas, a veces transformadas en breves chaparrones con poca
intensidad, cosa que desde la madrugada se venía dando, tal como fue el día de
ayer.
Yenny y Chicho, me miraban lánguidamente, como interrogándose si les daría
de comer pese a la lluvia; creo que nos contagiamos mutuamente el estado de
ánimo, aunque ellos no habían visto la TV ni los titulares de los diarios. Yo
sí, por lo que estaba algo alterado como de costumbre, cuando me doy manija con
esas cosas: el discurso de ayer por la
cadena nacional, de CFK, a quién la veo peor de salud cada día, especialmente
de su vitalidad mental. Dijo estupideces, como siempre con palabras huecas,
tratando de culpar a alguien de la situación actual, con un coro de boludos que
de tanto en tanto, interrumpen con aplausos y exclamaciones favorables. Puso
énfasis, en la cuestión de los medios opositores, o mejor dicho no
oficialistas, en el sentido de la información que despliegan, sobre el
accionar, para ella equivocado, de la justicia, insistiendo que sus
funcionarios, del vice presidente para abajo, están actuando dentro de la
legalidad, y se quejó que esos medios, no digan nada de lo que está haciendo el
gobierno en otras áreas -¿qué estará haciendo?- diciendo que ella está haciendo
muchas cosas y literalmente “no me estoy rascando, estoy trabajando”, cosa que
me hizo pensar: puede ser que no se rasque la concha, ya que tiene unos cuantos
que le hacen el servicio.
También los titulares, hacían en hincapié, en las dificultades que tienen
fiscales para seguir con sus investigaciones, relacionadas con las empresas de
Boudou o sus favoritas. La situación en Venezuela, país aliado favorito de Néstor
K. y de CFK –hizo sus buenos negocios Chávez -hozo sus buenos negocios vendiéndonos su
podrido gasoil- , que muestra las
protestas, y la reacción del gobierno, con violenta represión. Digamos que acá
eso ocurre todos los días, ya que sumamos todos los piquetes y marchas, actos
delictivos, y accionar policial, estamos en un nivel superior de violencia y de
impunidad. Y para terminar con esto, ya que no era mi intención meterme en
estos asuntos, la “comadreja de Anillaco”, tal como lo bautizara sabiamente el
gran periodista y editorialista Rogelio Alániz, hace mucho tiempo, al ex
presidente Carlos Saúl Menen, pasará tranquilo el resto de sus días, meses o
años, porque está siendo sobreseído en todas las causas iniciadas en su contra.
Estará tranquilo el pobre viejo, pero no de conciencia, habiendo gobernado
divertidamente durante diez años, poniéndonos por decreto como país del primer
mundo, con una moneda “fuerte” que valía lo mismo que el dólar; su hijo,
inmerecidamente, pagó con su vida, los entuertos de su padre; lo recuerdo con
cariño a Carlitos, y no se merecía lo que le pasó.
En realidad les quería hablar de Yenny y Chicho, pero se está terminando el
día, lo haré en otro momento
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